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Aubrey Sampson es pastora, autora, oradora y copresentadora del podcast Nothing is Wasted . Es autora de Big Feeling Days , The Louder Song, Overcomer y su último lanzamiento, Known. Encuéntrela y sígala en Instagram en @aubsamp. Visite aubreysampson.com para obtener más información.

Al observar las Olimpiadas, ya sea en patineta, escalada en roca, ciclismo de velocidad o ping-pong, es difícil no quedar impresionado por la habilidad, las historias de fondo y el esfuerzo que se requiere para llegar tan lejos en el atletismo y la competencia. Al menos once veces, las Escrituras comparan nuestro camino de fe con el de un atleta que se esfuerza, lucha y persiste para llegar a la meta de la fe.

1. Pocos son los victoriosos

“Esforzaos a entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán.” – Lucas 13:34 . El “esfuerzo” que la Biblia describe aquí es la lucha de un atleta, alguien que está comprometido a atravesar la parte más estrecha y difícil de la carrera, para ver la línea de meta y ganar el premio. Este versículo me hace pensar en los momentos más estrechos de las carreras de bicicletas, en los que las bicicletas se abren paso apretujadas hasta llegar al frente del grupo de corredores. Para nosotros, la puerta y el premio son lo mismo: Jesús . Para aquellos que conocemos a Jesús, seremos salvos y recibiremos la entrada a la vida eterna.